Según el mandatario, esta fórmula permitiría organizar elecciones verdaderamente democráticas, sin exclusiones ni violencia.

Petro relató que organizó reuniones en Bogotá con representantes de Estados Unidos, Europa, Venezuela y la oposición, con el objetivo de negociar un "desmonte de sanciones" y crear las condiciones para comicios libres. Sin embargo, lamentó que sus esfuerzos no prosperaron: "No se presentó el desbloqueo de Venezuela, ni dejaron participar a Corina, ni le quitaron el precio a la cabeza de Maduro y las elecciones no fueron libres". El presidente colombiano advirtió sobre los peligros de una salida no dialogada, afirmando que un desmantelamiento violento del Estado venezolano podría fortalecer a grupos armados ilegales en la frontera, creando un escenario similar al de Libia o Medio Oriente.

Por ello, se opone a cualquier intervención militar y reitera que solo una solución política negociada puede evitar una mayor fragmentación y violencia en la región.