En una medida sin precedentes, el presidente Gustavo Petro ordenó la publicación de sus movimientos bancarios como respuesta a las acusaciones de Donald Trump y su inclusión en la "Lista Clinton". La acción busca demostrar transparencia, pero ha generado un intenso debate sobre su estilo de vida y la efectividad de la estrategia. Tras las acusaciones de Trump, quien calificó a Petro de "líder del narcotráfico", y la inclusión del mandatario y su familia en la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), el presidente colombiano instruyó a la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF) para que divulgara sus extractos bancarios desde 2022 hasta junio de 2025. Petro defendió la medida como un acto de transparencia, afirmando en su red social X que "toda mi vida financiera, larga pero frugal, se publique".
El informe de la UIAF analizó 12 cuentas de ahorros a nombre del presidente, de las cuales solo dos registraron movimientos relevantes. Entre los egresos destacan pagos para saldar una hipoteca de su vivienda, retiros en cajeros, compra de euros y gastos en tiendas de lujo como Gucci y Ralph Lauren, además de pagos a personal cercano como Laura Sarabia.
Petro ha utilizado estos datos para defenderse retóricamente: "¿Es posible que un jefe del narcotráfico esté pagando su casa durante 14 años y no tenga otras propiedades?".
Sin embargo, la revelación ha sido un arma de doble filo.
Mientras el mandatario la usa para desmentir vínculos con el narcotráfico, sus opositores y algunos analistas critican que los gastos expuestos chocan con su discurso de austeridad. Además, se cuestiona la efectividad de la medida, ya que el dinero de actividades ilícitas no suele transitar por cuentas oficiales. La controversia también escaló a raíz de un gasto de 40 euros en un club nocturno en Lisboa, que Petro confirmó y sobre el cual dijo: "algún día contaré por qué me gasté 40 euros en ese sitio".
En resumenLa decisión de Gustavo Petro de exponer sus finanzas personales es una arriesgada apuesta política para contrarrestar graves acusaciones mediante una transparencia radical. Sin embargo, la estrategia no solo ha abierto un nuevo frente de escrutinio público sobre su coherencia y estilo de vida, sino que también ha intensificado la tensión diplomática con Estados Unidos.