El primer ataque ocurrió en la noche del sábado contra la estación de Policía, cuando un artefacto fue lanzado desde un vehículo en movimiento. Horas después, en la tarde del domingo, un segundo explosivo detonó frente al edificio de RCN, sobre la carrera 8ª, provocando la rotura de varias ventanas de la fachada. Las autoridades acordonaron la zona e iniciaron las investigaciones, revisando cámaras de seguridad para identificar a los responsables. El alcalde de Cali, Alejandro Eder, condenó los hechos, calificándolos como un “acto desesperado de los terroristas, a los que estamos persiguiendo y acorralando”. Eder vinculó los ataques a las recientes operaciones de la fuerza pública, incluyendo la baja de alias ‘Veneno’, cabecilla del frente ‘Jaime Martínez’ de las disidencias, señalando que podría tratarse de una retaliación. El alcalde también solicitó al Gobierno Nacional la implementación de un plan de choque contra el terrorismo. El relator para la Libertad de Expresión de la CIDH, Pedro Vaca, expresó su preocupación y pidió a las autoridades investigar y garantizar la seguridad de los periodistas.