Este logro iguala la mejor actuación histórica del país en esta categoría, conseguida hace 22 años en Emiratos Árabes Unidos.

El equipo dirigido por César Torres se impuso gracias a un gol tempranero de Óscar Perea al minuto 2, quien aprovechó un error en la salida de la defensa francesa para definir con precisión. El tanto fue catalogado como una “revancha” para el jugador, quien había fallado una oportunidad clara en la semifinal contra Argentina.

A partir de la ventaja, Colombia exhibió un planteamiento táctico sólido, con un sacrificio defensivo que logró neutralizar a una potencia europea. A pesar de la decepción por no haber alcanzado la final, el balance del torneo es ampliamente positivo, con cuatro victorias, dos empates y una sola derrota.

El técnico César Torres valoró enormemente el resultado, afirmando: “Orgulloso del tercer lugar, el tiempo lo valorará más que el presente, los jugadores se lo merecen”. En sus declaraciones, destacó el carácter y la personalidad de un grupo que compitió siempre para ganar. Este podio no solo representa un éxito deportivo, sino que también deja un premio económico de aproximadamente 300 mil dólares para la federación. La gesta de este equipo, que incluyó a figuras destacadas como el goleador Néiser Villarreal, es vista como una recompensa al trabajo, la ambición y un estilo de juego vertical que ilusiona de cara al futuro del fútbol colombiano.