El propio Gobierno reconoce un déficit de $16,3 billones, que planea cubrir con una nueva reforma tributaria o ley de financiamiento. No obstante, el exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, advirtió que el presupuesto está realmente "desfinanciado en mínimo 45 billones de pesos", calificándolo de "inestable" y dependiente de una reforma cuya viabilidad es "dudosa". Senadores de oposición ya han anunciado que buscarán hundir la nueva tributaria, lo que podría obligar al Gobierno a congelar parte del gasto aprobado.