El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, ordenó la intervención policial y calificó los hechos como "un ataque organizado y premeditado por parte de delincuentes y milicias de choque". Además, exigió al Gobierno Nacional "el desmonte de estos grupos armados". Por su parte, el presidente Gustavo Petro también rechazó la violencia y señaló que esta se produjo después de haber llegado a un acuerdo con el "Congreso de los Pueblos" para levantar los bloqueos. "Mal que después de llegar a un acuerdo... un grupo más radical ha agredido a la policía", expresó el mandatario. Los enfrentamientos causaron un caos significativo en la movilidad del sector, obligando al cierre de siete estaciones de Transmilenio en la troncal de la Calle 26. La estación Corferias fue vandalizada durante los disturbios. La Universidad Nacional emitió un comunicado rechazando los actos violentos y facilitó la evacuación de personas afectadas en la Hemeroteca del centro educativo.