El objetivo principal es reducir la concentración de obligaciones financieras en los próximos años, mitigando así el riesgo de refinanciación a tasas potencialmente más altas. Según el Gobierno, este canje generará un ahorro estimado de 1,7 billones de pesos en el pago de intereses durante 2025. La operación atrajo una fuerte demanda del mercado, con posturas que alcanzaron los 49,2 billones de pesos, superando las expectativas. Este es el séptimo canje de deuda interna realizado en 2025, lo que evidencia una estrategia persistente para reordenar la carga financiera del país. A pesar de los beneficios a corto plazo, persisten desafíos como las elevadas tasas de interés que Colombia debe pagar y la preocupación de agencias calificadoras como S&P y Moody’s, que recientemente rebajaron la calificación de la deuda colombiana citando el deterioro fiscal.