El ataque fue perpetrado por al menos seis hombres armados que interceptaron el automóvil, obligaron a descender a sus ocupantes y le prendieron fuego.

En el vehículo, un Chevrolet Spark GT identificado con la publicidad del movimiento 'Defensores de la Patria', se movilizaban el coordinador departamental de Arauca, Juan Carlos Santamaría, y dos escoltas, quienes resultaron ilesos. El hecho fue calificado por la campaña como una "intimidación política" y atribuido por las autoridades a un grupo armado ilegal con presencia en la zona, donde operan el ELN y disidencias de las Farc. El ataque generó una enérgica condena de diversas figuras de la oposición. El expresidente Álvaro Uribe expresó su solidaridad y afirmó que "se requiere toda la determinación en seguridad para detener esta violencia que de nuevo amenaza a la oposición". Por su parte, la senadora María Fernanda Cabal lo calificó como un "hecho terrorista" y responsabilizó al gobierno Petro por la falta de garantías. De la Espriella respondió a los mensajes de apoyo asegurando que enfrentará "el terror venga de donde venga". El incidente se suma a la creciente preocupación por la seguridad en el contexto preelectoral del país.