Las víctimas denunciaron haber sido sometidas a agresiones físicas y psicológicas para forzarlos a confesar.

Uno de los testimonios es particularmente crudo, relatando que los agresores usaron un martillo y le pusieron "el cañón de una pistola en la boca" para obtener información. La captura de Rendón se produjo el 12 de octubre de 2025 durante un control de rutina de la Policía en Cali, cuando al verificar sus documentos se encontró una orden de captura vigente emitida por un juzgado de Rionegro. Aparentemente, el procesado no tenía conocimiento de dicha orden.

Durante las audiencias preliminares, Rendón no aceptó los cargos.

De ser hallado culpable, podría enfrentar una pena de hasta 30 años de prisión. El caso también reveló que escoltas del expresidente Álvaro Uribe, cuya finca es vecina a la de la artista, acudieron en apoyo a la Policía el día de los hechos ante la superioridad numérica de los presuntos agresores.