Para la implosión se utilizaron 625 kilogramos de Indugel distribuidos en 4.550 perforaciones. La elección de este método permitirá acelerar los tiempos de la obra en más de un año en comparación con una demolición tradicional. El retiro de los 7.900 metros cúbicos de escombros tomará aproximadamente dos meses, y el material será reutilizado en la misma obra. En reemplazo de la antigua estructura, se construirá una moderna intersección de tres niveles: una glorieta a nivel del suelo para tráfico mixto, una glorieta elevada exclusiva para TransMilenio en el segundo nivel, y dos puentes vehiculares de 520 metros en el tercer nivel. Se espera que la nueva infraestructura esté completamente lista en el primer semestre de 2028. El servicio de TransMilenio se reanudó en la tarde del mismo domingo, mientras que el tráfico mixto se restablecerá en la madrugada del martes 14 de octubre.