Según informaron medios estadounidenses citando a un portavoz de su familia, el fallecimiento ocurrió este sábado, aunque no se revelaron de inmediato las causas. Keaton se consolidó como una de las intérpretes más reconocidas y versátiles de su tiempo, alcanzando la fama internacional con su papel de Kay Adams en la aclamada saga “El Padrino” de Francis Ford Coppola. Sin embargo, fue su protagónico en “Annie Hall” (1977), dirigida por Woody Allen, el que la catapultó al estrellato definitivo, otorgándole el Óscar a Mejor Actriz y convirtiéndola en un ícono cultural por su estilo y personalidad inconfundibles. A lo largo de una carrera que se extendió por más de cinco décadas, trabajó con directores de renombre y participó en cintas memorables que abarcaron desde el drama hasta la comedia, como “Reds” (1981), “Manhattan” (1979) y “Something’s Gotta Give” (2003), por las cuales también recibió nominaciones al Óscar.

Su filmografía diversa y su capacidad para encarnar personajes complejos y carismáticos la mantienen como una referencia fundamental en la historia del cine estadounidense.