La líder opositora venezolana María Corina Machado fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025, un reconocimiento a su lucha por la restauración de la democracia y los derechos humanos en Venezuela. La decisión del Comité Noruego del Nobel generó una ola de reacciones a nivel global, con especial eco en Colombia por su cercanía geográfica y política con la crisis venezolana. El Comité Nobel noruego justificó el premio por su “incansable trabajo promoviendo los derechos democráticos del pueblo de Venezuela y por su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”. Se destacó su rol en unificar a la oposición, su rechazo a la militarización y su insistencia en una transición pacífica, a pesar de la represión sistemática del régimen de Nicolás Maduro, que incluye detenciones arbitrarias, torturas y ejecuciones extrajudiciales.
Al recibir la noticia, Machado expresó sorpresa y humildad, dedicando el premio al pueblo venezolano por su “admirable coraje, dignidad, inteligencia y amor”.
En sus declaraciones, advirtió que “no puede haber paz sin libertad” y agradeció al presidente Donald Trump por su apoyo, lo que generó controversia.
La reacción en Colombia fue diversa.
Expresidentes como Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos e Iván Duque celebraron el galardón, destacando la valentía de Machado.
Por su parte, el presidente Gustavo Petro publicó un mensaje ambiguo en el que también felicitaba a una nobel ya fallecida y expresaba: “De María Corina espero que ayude a que su país consiga el diálogo para mantener la paz”. Esta postura fue interpretada por algunos sectores como un intento de mantener un equilibrio diplomático con el régimen de Maduro. A nivel internacional, la Casa Blanca criticó la decisión, afirmando que el comité “puso la política por encima de la paz” al no otorgarle el premio a Donald Trump por su mediación en Gaza. El galardón refuerza la legitimidad internacional de la oposición venezolana y aumenta la presión sobre Maduro, aunque también eleva las expectativas sobre la capacidad de Machado para transformar este capital simbólico en cambios tangibles.
En resumenEl Premio Nobel de Paz otorgado a María Corina Machado legitima internacionalmente la lucha democrática en Venezuela y aumenta la presión sobre el régimen de Maduro. La decisión generó un amplio espectro de reacciones, desde el respaldo entusiasta de expresidentes colombianos hasta la crítica de la Casa Blanca y una respuesta cautelosa del presidente Gustavo Petro, reflejando las complejidades geopolíticas de la región.