Este comportamiento aleja al país de la meta del Banco de la República (entre 2% y 4%) y genera preocupación sobre la persistencia de las presiones inflacionarias para el cierre de 2025. El incremento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue impulsado principalmente por las divisiones de Alojamiento, agua, electricidad y gas, así como por Alimentos y bebidas no alcohólicas.

La división de Restaurantes y hoteles registró la mayor variación anual, con un 7,47%. La inflación mensual fue de 0,32%, superior a la esperada por el mercado. Analistas de diversas entidades financieras como Grupo Cibest (Bancolombia), Banco de Bogotá y Anif coinciden en que el indicador cerrará el año por encima del 5%, lo que limitará la capacidad del Banco de la República para reducir las tasas de interés en el corto plazo. El economista José Manuel Restrepo calificó la tendencia como una "pésima noticia", ya que, sumada al desbalance fiscal, "bajar tasas se vuelve imposible". Factores como la indexación salarial, un posible aumento del salario mínimo superior a la inflación y el impacto del fenómeno de La Niña se perfilan como los principales riesgos al alza para los próximos meses.