Un juzgado de Medellín ha compulsado copias a la Fiscalía para que investigue al expresidente Álvaro Uribe Vélez y a su hermano Santiago por su presunta participación como determinadores en los asesinatos de los defensores de derechos humanos Jesús María Valle y Eduardo Umaña Mendoza, ocurridos en 1998. La decisión judicial se enmarca en la condena contra José Miguel Narváez, exsubdirector del DAS, por el secuestro de la exsenadora Piedad Córdoba. La orden de investigar a los hermanos Uribe se basa en el testimonio del exparamilitar Francisco Villalba, quien afirmó que ambos participaron en una reunión donde supuestamente se planificaron los crímenes. En ese momento, Álvaro Uribe se desempeñaba como gobernador de Antioquia. La reacción del expresidente no se hizo esperar; a través de sus redes sociales, calificó la compulsa de copias como “miserable” y la declaración de Villalba como “fantasiosa”, asegurando que dicha reunión nunca existió y que el caso ya había sido investigado y desmentido por la Fiscalía en el pasado.
Su abogado, Jaime Granados, respaldó esta postura, describiendo el testimonio como “una fábula”.
La decisión judicial reabre un capítulo doloroso de la historia del conflicto armado en Colombia y pone nuevamente al expresidente en el centro de una grave investigación judicial, esta vez por crímenes de lesa humanidad. Los abogados asesinados, Jesús María Valle y Eduardo Umaña, eran reconocidas voces en la denuncia de la violencia paramilitar y sus nexos con agentes del Estado en Antioquia.
En resumenUna nueva investigación judicial se cierne sobre el expresidente Álvaro Uribe, esta vez por su presunta implicación en el homicidio de dos reconocidos defensores de derechos humanos en 1998. La orden, basada en el testimonio de un exparamilitar, ha sido rechazada enérgicamente por Uribe y su defensa, quienes la consideran una persecución política sin fundamento.