La anticipación del Gobierno ha tenido efectos inmediatos en la política monetaria. Las minutas de la última reunión de la Junta Directiva del Banco de la República revelaron que la decisión de mantener inalterada la tasa de interés estuvo influenciada por “la posibilidad de un incremento desbordado del salario mínimo para 2026”, lo que podría generar presiones inflacionarias y retrasar la convergencia de la inflación a la meta del 3 %.
