Sin embargo, el grupo islamista advirtió que otros elementos del documento, presumiblemente el desarme, requieren “consultas adicionales”.

Tras la respuesta de Hamás, Trump instó a Israel a “detener de inmediato el bombardeo de Gaza para que podamos liberar a los rehenes de forma segura y rápida”, modificando el tono de su amenaza inicial. Por su parte, el presidente Gustavo Petro reaccionó a la propuesta afirmando que “la paz no es rendición, es diálogo entre iguales” y que cualquier proceso debe comenzar con el ingreso de ayuda humanitaria. Este giro diplomático representa el primer gesto público de Hamás de alinearse, aunque parcialmente, con una propuesta integral de paz desde el inicio de la guerra, generando una cautelosa esperanza en la ONU y entre los mediadores regionales.