Hamás ha aceptado puntos clave de un plan de paz propuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, incluyendo la liberación de todos los rehenes israelíes. Este avance se produce tras un contundente ultimátum de Washington, abriendo una ventana de oportunidad para un cese al fuego en Gaza, aunque persisten puntos por negociar. El desarrollo se precipitó después de que el presidente Trump emitiera un severo ultimátum a Hamás, dándole hasta el domingo 5 de octubre a las 18:00 (hora de Washington) para aceptar su propuesta de 20 puntos o enfrentar “el infierno total, como nadie ha visto antes”. El plan, respaldado por Israel, contempla un alto el fuego inmediato, el intercambio de rehenes por prisioneros palestinos, la retirada gradual de las fuerzas israelíes y la creación de una administración internacional transitoria en la Franja. En una respuesta que sorprendió a la comunidad internacional, Hamás comunicó a los mediadores su disposición a liberar a todos los cautivos, “tanto vivos como restos”, y a ceder el control político de Gaza a un organismo palestino tecnocrático.
Sin embargo, el grupo islamista advirtió que otros elementos del documento, presumiblemente el desarme, requieren “consultas adicionales”.
Tras la respuesta de Hamás, Trump instó a Israel a “detener de inmediato el bombardeo de Gaza para que podamos liberar a los rehenes de forma segura y rápida”, modificando el tono de su amenaza inicial. Por su parte, el presidente Gustavo Petro reaccionó a la propuesta afirmando que “la paz no es rendición, es diálogo entre iguales” y que cualquier proceso debe comenzar con el ingreso de ayuda humanitaria. Este giro diplomático representa el primer gesto público de Hamás de alinearse, aunque parcialmente, con una propuesta integral de paz desde el inicio de la guerra, generando una cautelosa esperanza en la ONU y entre los mediadores regionales.
En resumenTras un ultimátum de Donald Trump, Hamás aceptó liberar a todos los rehenes y ceder el control político de Gaza, aunque pide negociar otros puntos como el desarme. Este movimiento ha generado una nueva dinámica diplomática, llevando a Trump a pedir a Israel que detenga los bombardeos para facilitar el proceso.