La medida ha elevado significativamente la tensión con Venezuela.

El gobierno de Nicolás Maduro ha denunciado un “acoso militar” y la incursión de cinco aviones de combate estadounidenses cerca de sus costas, calificando el despliegue como una “provocación y una amenaza”. En respuesta, Caracas activó un “decreto de conmoción exterior” y realizó ejercicios militares. La decisión de Trump ha sido criticada por legisladores demócratas por no solicitar autorización del Congreso y abre un debate sobre el uso de poderes de guerra por parte del Ejecutivo y sus implicaciones para el derecho internacional y la soberanía de los países de la región.