Durante un evento en Zipaquirá, el presidente Petro instruyó a las oficinas jurídicas del Gobierno a tomar acciones legales contra candidatos o periodistas que insinuaran desobedecer sus órdenes, particularmente aquellas relacionadas con el respeto a los derechos humanos. “Si hay candidatos, señores o señoras, o periodistas que están insinuando que hay que desobedecer esa orden, que sí hay que matar a la juventud, le pido a las oficinas jurídicas del Gobierno que empiecen a poner denuncias por sedición”, manifestó el mandatario.

Aunque no mencionó nombres, sus declaraciones apuntan a Vicky Dávila, quien recientemente, con megáfono en mano, se dirigió a las Fuerzas Armadas pidiéndoles no obedecer las directrices de Petro sobre una posible articulación con uniformados de Venezuela. “¡No obedezcan a Petro! ¡Obedezcan a la Constitución!”, exclamó Dávila.

El delito de sedición, según el Código Penal Colombiano, se configura cuando se busca impedir el ejercicio de funciones legales de las autoridades o desconocer el orden constitucional. La respuesta de Dávila no se hizo esperar y, a través de sus redes sociales, desafió al presidente: “Aquí espero su denuncia ante su Fiscal de bolsillo.

No le tengo miedo Petro, hágame lo que quiera, pero usted, que sí ha sido un sedicioso que Colombia perdonó, sabe que nuestros militares y policías no tienen por qué servirle al narcodictador Nicolás Maduro, su amigo”.

Este enfrentamiento evidencia una profunda polarización y el uso de un lenguaje de confrontación que pone a prueba los límites institucionales en el marco de la contienda preelectoral.