Los organizadores, Ocesa y Páramo, anunciaron el reembolso total de las boletas y atribuyeron el problema a fallas administrativas y una presunta "guerra sucia" contra el nuevo escenario Vive Claro. El Instituto Distrital de Gestión de Riesgos (Idiger) explicó que la autorización final no fue otorgada porque los organizadores no cumplieron a tiempo con la entrega de la documentación técnica completa, incluyendo análisis de riesgo y planes de mitigación.
Sin embargo, Luz Ángela Castro, directora de Ocesa, ofreció una versión diferente, pidiendo "disculpas profundas y sinceras" a los fans por quedar "atrapados en un proceso administrativo". Castro denunció una "guerra sucia" contra el recinto, con difusión de videos falsos y acciones legales que generaron inquietud en las autoridades, y calificó de "obsoleto" el Sistema Único de Gestión de Aglomeraciones (SUGA), que a menudo entrega permisos el mismo día del evento. La promotora aseguró que el reembolso será gestionado por Ticketmaster e incluirá el costo del servicio, y que los asistentes con gastos adicionales, como viajes, podrán presentar sus casos para una posible compensación.
La Superintendencia de Industria y Comercio anunció investigaciones para garantizar la protección de los consumidores. El incidente deja en el aire la realización de futuros conciertos en el Vive Claro, como el de Guns N’ Roses, mientras los organizadores buscan reformar la normativa de permisos.