El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reunieron en la Casa Blanca para discutir un ambicioso plan de paz de 21 puntos para Gaza. La propuesta busca un cese al fuego definitivo y la creación de un gobierno de transición, en medio de una creciente presión internacional para detener un conflicto que ha dejado más de 66.000 palestinos muertos. El plan, que Trump se declaró "muy confiado" en lograr, propone un cese al fuego inmediato tras la firma del acuerdo, la liberación de rehenes israelíes en 48 horas a cambio de prisioneros palestinos, y una retirada gradual de las fuerzas israelíes. Un punto clave es el desarme de Hamás y el establecimiento de una Autoridad Internacional Transicional de Gaza (GITA), que administraría la franja temporalmente bajo supervisión árabe-internacional, con el ex primer ministro británico Tony Blair como posible líder. Crucialmente, Trump ha declarado que no permitirá la anexión israelí de Cisjordania, una condición vital para el respaldo árabe.
Sin embargo, el plan enfrenta enormes obstáculos.
Hamás ha rechazado la propuesta, afirmando que "el fin de la guerra y la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza son requisitos esenciales" y negándose a entregar las armas. Internamente, Netanyahu enfrenta la presión de su coalición de ultraderecha, liderada por figuras como Bezalel Smotrich, quien exige la desmilitarización total de Hamás y rechaza cualquier rol para la Autoridad Palestina o la creación de un Estado palestino. A esta tensión se suma la presión de las familias de los rehenes, que instan a Trump a "mantenerse firme ante cualquier intento de sabotear el acuerdo", acusando a Netanyahu de haber bloqueado propuestas anteriores para mantener unida su coalición.
En resumenLa reunión en la Casa Blanca entre Trump y Netanyahu se centró en un detallado plan de paz de 21 puntos para Gaza. A pesar del optimismo estadounidense y el respaldo árabe condicionado, la iniciativa enfrenta una fuerte oposición de Hamás, presiones políticas internas en Israel y complejos detalles de implementación que hacen incierta una resolución a corto plazo.