La Procuraduría General de la Nación ha exigido a las autoridades distritales medidas inmediatas para contener la crisis.

La tragedia se desató tras el consumo de una bebida conocida como “cococho”, elaborada con alcohol metílico (metanol), una sustancia altamente tóxica. Los primeros afectados comenzaron a presentar síntomas como dolor abdominal, dificultad respiratoria y alteraciones de conciencia desde el 23 de septiembre.

Ante la gravedad de la situación, las autoridades sanitarias activaron una alerta hospitalaria para atender a los intoxicados. La Alcaldía de Barranquilla confirmó que los pacientes que se encuentran en UCI no presentan muerte cerebral. En respuesta, la policía ha realizado allanamientos en los barrios Rebolo y Las Nieves, donde se incautaron cientos de botellas, tapas, estampillas y licor presuntamente adulterado, en un esfuerzo por desmantelar las redes de fabricación y distribución de estas bebidas ilegales. Por su parte, la Procuraduría instó al Distrito a reforzar la vigilancia, los decomisos y la pedagogía ciudadana para detener la venta de licor adulterado y prevenir más víctimas. La investigación sigue en curso para ubicar a todos los responsables de esta emergencia de salud pública que ha enlutado a la capital del Atlántico.