Aunque no se han reportado víctimas mortales, la seguidilla de temblores causó pánico y daños estructurales menores en la nación vecina.
El sismo principal, reportado con una magnitud de entre 6,1 y 6,3, tuvo su epicentro en Mene Grande, estado Zulia, y se caracterizó por su profundidad superficial, lo que amplificó su percepción en una vasta área.
En Colombia, ciudadanos de departamentos como La Guajira, Antioquia, Magdalena, Santander, Norte de Santander e incluso Bogotá, reportaron haber sentido el movimiento telúrico con fuerza. La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) y la Dirección Marítima (Dimar) descartaron cualquier amenaza de tsunami para la costa Caribe colombiana. Tras el evento principal, se registraron más de 30 réplicas, manteniendo en vilo a la población. En Venezuela, la vicepresidenta Delcy Rodríguez informó que se activó una falla tectónica en el occidente del país y que el presidente Nicolás Maduro ordenó el despliegue de organismos de seguridad y Protección Civil. Se reportaron daños moderados en infraestructuras como hospitales, iglesias y puentes en el estado Zulia, y en Caracas, residentes evacuaron edificios por precaución.
La Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis) explicó que esta actividad es producto del contacto entre las placas tectónicas del Caribe y Sudamericana.