El asesinato de los artistas colombianos Bayron Sánchez, conocido como B-King, y Jorge Herrera, DJ Regio Clown, en México, parece ser un crimen con un “mensaje claro” de parte de estructuras del crimen organizado, según las primeras hipótesis de las autoridades y diplomáticos colombianos. La forma en que se encontraron los cuerpos y la existencia de un narcomensaje refuerzan la teoría de una ejecución planificada. Los cuerpos de los músicos fueron hallados en una vía transitada en Ocotitlán, Estado de México, después de haber sido vistos por última vez saliendo de la exclusiva zona de Polanco en la Ciudad de México. Según el cónsul de Colombia en México, Alfredo Molano, los artistas acudieron voluntariamente a un encuentro con personas identificadas con alias como ‘El Comandante’, tras pactar un “negocio” relacionado con presentaciones en eventos nocturnos. El cónsul afirmó: “Aquí no existía la intención de asesinarlos y desaparecer el rastro, sino dejar un mensaje claro”.
Por su parte, el embajador colombiano, Fernando García, sugirió que los jóvenes podrían haber tenido vínculos con organizaciones ilegales, aunque aclaró que esto es una suposición que debe ser investigada por la Fiscalía mexicana.
Las pesquisas apuntan a un posible desacuerdo con una facción del cartel Unión Tepito. Aunque se encontró un mensaje atribuido a La Familia Michoacana, las autoridades no descartan que sea una táctica de distracción. La complejidad del crimen, que implicó el movimiento de las víctimas entre distintas jurisdicciones, sugiere la participación de una estructura criminal poderosa.
En resumenEl doble homicidio de B-King y Regio Clown en México apunta a una ejecución por parte del crimen organizado, posiblemente ligada a un negocio fallido con el cartel Unión Tepito. La manera en que fueron abandonados los cuerpos sugiere que el crimen fue un mensaje deliberado, evidenciando la peligrosa infiltración de estas mafias en la industria del entretenimiento.