El proceso judicial contra Nicolás Petro, hijo del presidente de la República, ha entrado en una nueva fase de tensión luego de que la fiscal del caso, Lucy Laborde, enviara una carta a la fiscal general Luz Adriana Camargo denunciando “presiones indebidas” y decisiones que, a su juicio, afectan su autonomía e independencia. La fiscal Laborde se quejó específicamente de la designación de una fiscal de apoyo, María Isabel Ramírez, sin que ella lo hubiera solicitado, afirmando: “No requiero apoyo, asesoría ni orientación en dicho aspecto”. La reacción del presidente Gustavo Petro no se hizo esperar.
A través de un extenso mensaje en sus redes sociales, el mandatario aseguró que la fiscal Laborde “está subordinada al deseo político de Victoria Dávila y, por tanto, de la oposición”. Petro acusó a la fiscal de filtrar información reservada a la precandidata presidencial Vicky Dávila horas antes de proceder con nuevas imputaciones, rompiendo así el principio de un juez independiente. “Dije que no hablaría sobre el caso de mi hijo, pero no puedo callar cuando veo que una fiscal del caso ha convertido el proceso en un festín de la oposición”, manifestó el presidente. Como respuesta a la controversia, la Fiscalía General de la Nación decidió retirar a la fiscal de apoyo del caso. Este episodio se suma a la previa remoción del fiscal Mario Burgos por presuntas faltas disciplinarias.
El caso avanzará con la audiencia de imputación de cargos por tráfico de influencias contra Nicolás Petro el próximo 1 de octubre.
En resumenEl caso contra Nicolás Petro se ve agitado por denuncias de presiones internas por parte de la fiscal a cargo, lo que provocó una dura respuesta del presidente Petro, quien la acusa de actuar con motivaciones políticas. La Fiscalía ha respondido retirando a la fiscal de apoyo, en un nuevo capítulo de controversias que rodean este emblemático proceso judicial.