La turba rodeó a los uniformados, bloqueó su salida e impidió el traslado del capturado, obligando a las autoridades a liberarlo para evitar una confrontación mayor.

El Ministerio de Defensa repudió el hecho, lo calificó de cobarde y desesperado, y anunció una recompensa de hasta 100 millones de pesos por información sobre los responsables de la asonada.