Las víctimas fueron identificadas como Dayro Guerrero, Alejandro Larrahondo, Robert Balanta, Gabriel Balanta, Neftalí Trochez, N. Balanta y Carlos José Piña.

La operación de rescate fue compleja, no solo por las dificultades del terreno, sino también por la presencia de centenares de personas que llegaron al lugar con la intención de extraer oro de la tierra removida, lo que obligó la intervención de las guardias comunitarias para garantizar la seguridad. El alcalde de Santander de Quilichao, Luis Eduardo Grijalba, lamentó la tragedia y señaló la necesidad de una revisión profunda de la actividad minera en el norte del Cauca, que a menudo genera violencia y accidentes.