La emergencia en la Vía al Llano se agrava, con más de 15 días de afectaciones por un derrumbe en el km 18+600, lo que ha llevado al gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, a solicitar que el Gobierno Nacional asuma el control de la situación. La falta de obras de contención y los constantes represamientos vehiculares ponen en riesgo la competitividad de la región. Tras una visita a la zona afectada en el municipio de Chipaque, el gobernador Rey advirtió que los problemas de escorrentía de agua en la montaña persisten, provocando que el material removido continúe llegando al río Une. Criticó la aparente inacción del concesionario Coviandina, señalando que no se han realizado mantenimientos a los pozos de abatimiento ni se han ejecutado monitoreos técnicos para definir las obras de estabilización necesarias.
“La vía alterna improvisada no puede ser nuestra solución indefinida.
Los represamientos de vehículos alcanzan más de 12 horas y la competitividad de medio país sigue en riesgo”, sentenció el mandatario. Ante el caos vehicular, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) implementó un Plan Piloto de alternancia horaria en la variante, con pasos controlados por sentido en franjas de dos y cuatro horas. Este plan, que tendrá un seguimiento de 48 horas para evaluar su eficacia, busca mejorar la fluidez del tránsito mientras se define una solución estructural. El gobernador Rey recalcó que la emergencia supera la capacidad de las entidades territoriales y urgió a definir si las obras estarán a cargo de Coviandina o de la ANI, exigiendo un cronograma claro de trabajos.
En resumenEl cierre prolongado de la Vía al Llano evidencia una falla de infraestructura crítica con severas consecuencias económicas. Mientras las autoridades implementan planes de manejo de tráfico temporales, el llamado del gobernador de Cundinamarca para una intervención directa del Gobierno Nacional subraya la urgencia de encontrar una solución estructural definitiva para estabilizar la montaña y reabrir este corredor vital.