Petro se dirigió directamente a su homólogo estadounidense con una advertencia contundente: “A mí no me amenace.
Aquí lo espero.
Vengan aquí a hablar con inteligencia y los recibimos, hablamos de tú a tú, con cifras reales y no con mentiras”.
Además, instó a Trump a distanciarse de lo que denominó “las mafias de la Florida y sus voceros políticos latinos”, sugiriendo que estas alianzas desinforman al gobierno estadounidense.
El presidente colombiano también denunció un presunto complot para armar un proceso judicial en su contra en Estados Unidos, supuestamente planeado en una reunión entre un funcionario norteamericano y figuras de la oposición como María Fernanda Cabal y Álvaro Uribe. En defensa de su política, Petro argumentó que la erradicación forzada ha sido un fracaso, citando que durante el gobierno anterior, a pesar de cifras récord de erradicación, los cultivos de coca aumentaron un 43% en 2021. Sostuvo que su enfoque en la erradicación voluntaria y la sustitución de cultivos es más eficaz y humano. La respuesta de Petro generó una reacción inmediata en el espectro político colombiano. Once partidos, incluyendo el Liberal, Conservador y Centro Democrático, emitieron un comunicado conjunto rechazando las declaraciones del presidente, afirmando que “no reflejan la postura del país” y que la descertificación es un “cuestionamiento a la dirección política de un gobierno que ha fracasado en su responsabilidad”. El expresidente César Gaviria se sumó a las críticas, declarando que “el descertificado fue Petro, no Colombia”.
Por su parte, funcionarios estadounidenses aclararon que la cooperación se mantendrá, pero condicionaron la revisión de la medida a la reducción de cultivos y la reanudación de todas las extradiciones.