Los ataques simultáneos con fusiles, explosivos y drones evidencian la compleja situación de orden público en el suroccidente del país. El ataque más grave ocurrió en la subestación de policía del corregimiento El Carmelo, en Cajibío, donde el patrullero David Fabián Rodríguez Navarro, de 34 años, perdió la vida. Durante el hostigamiento, que se prolongó por más de una hora, los atacantes utilizaron drones cargados con explosivos, causando pánico entre la población civil, que buscó refugio en la parroquia y viviendas cercanas.

Audios difundidos revelaron las angustiosas peticiones de auxilio de los uniformados mientras repelían el ataque.

La ofensiva no se limitó a Cajibío; se reportaron ataques simultáneos en al menos otros seis municipios, incluyendo Corinto, Caldono, Toribío, Caloto, Miranda y Silvia, atribuidos al frente Dagoberto Ramos del Estado Mayor Central. Además, se instalaron cilindros explosivos en vías clave como la Panamericana.

Como respuesta, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, condenó el hecho, lo calificó de “irreparable” y anunció el traslado de la cúpula militar y policial a Popayán para celebrar un consejo de seguridad. Tras la reunión, se aumentó a 4.500 millones de pesos la recompensa por información que conduzca a la captura de alias ‘Marlon’, señalado como responsable de planear el ataque en Cajibío, convirtiéndolo en el segundo criminal más buscado del país.