Los organismos de emergencia completan tres días de intensas labores de búsqueda para rescatar a siete mineros que quedaron atrapados tras el colapso de una mina de oro ilegal en zona rural de Santander de Quilichao, Cauca. Las esperanzas de encontrarlos con vida disminuyen con el paso de las horas mientras sus familias aguardan en medio de la incertidumbre. La tragedia ocurrió el pasado viernes 12 de septiembre en la vereda Brasilia, cuando un movimiento de masa provocó el derrumbe del socavón, dejando a los trabajadores sepultados bajo lodo y rocas a unos treinta metros de profundidad. Entre los mineros atrapados se encuentra un menor de 17 años.
Las víctimas identificadas son Dayro Guerrero, Alejandro Larrahondo, Robert Balanta, Gabriel Balanta, Neftalí Tróchez y Carlos José Piña Valencia.
Desde el colapso, un equipo conjunto de la Defensa Civil, la Cruz Roja, el Cuerpo de Bomberos y la Dirección de Gestión de Riesgos y Desastres ha trabajado ininterrumpidamente en la zona, apoyados por maquinaria amarilla. Sin embargo, hasta el momento no se ha encontrado ninguna pista de los trabajadores. La directora de la Oficina de Gestión del Riesgo de Santander de Quilichao, Diana Collazos, confirmó que se adelantan tareas conjuntas con todos los organismos de socorro y el apoyo de empresas privadas. Las condiciones del terreno y la dificultad de acceso al área remota han complicado las operaciones. Los expertos señalan que las posibilidades de supervivencia se reducen significativamente debido a la falta de oxígeno y la presión del talud de tierra, pero los familiares mantienen la esperanza de un rescate exitoso.
En resumenLa operación de rescate en Santander de Quilichao es una carrera contra el tiempo que pone de manifiesto, una vez más, los graves riesgos asociados a la minería ilegal en Colombia. Mientras los equipos de socorro luchan contra las adversidades del terreno, la tragedia enluta a varias familias y deja en evidencia la vulnerabilidad de los trabajadores en esta actividad.