La Vía al Llano completa cuatro días con cierre total e indefinido debido a un deslizamiento en el kilómetro 18, en Chipaque, lo que ha desatado una grave crisis económica y de movilidad para la región de la Orinoquía. Las pérdidas diarias se estiman en más de 50.000 millones de pesos, mientras los viajeros denuncian un aumento desmedido en los precios de los tiquetes aéreos, que se han convertido en la principal y más costosa alternativa. El bloqueo total de los cuatro carriles desde el domingo 7 de septiembre ha dejado incomunicada por tierra a una vasta región del país. El alcalde de Villavicencio, Alexander Baquero Sanabria, advirtió que solo para su ciudad las pérdidas superan los 20.000 millones de pesos diarios, afectando sectores como hidrocarburos, turismo, comercio y agroindustria. Los ciudadanos afectados reportan que un tiquete aéreo entre Villavicencio y Bogotá puede costar más de 700.000 pesos.
Ante la emergencia, la Aeronáutica Civil autorizó a las aerolíneas a efectuar vuelos adicionales y chárter. Por su parte, la gobernadora del Meta, Rafaela Cortés, pidió que se hable de la "Vía a la Orinoquía" para no minimizar la importancia estratégica del corredor. Como medida de contingencia, la concesionaria Coviandina anunció trabajos de mejoramiento en la vía antigua, que implicarán un cierre total de entre 48 y 72 horas en un tramo específico, para luego habilitar pasos alternos restringidos a vehículos de la región. Las únicas rutas alternas habilitadas para el tráfico general son la Transversal del Sisga y la vía Cusiana.
En resumenEl cierre indefinido de la Vía al Llano por un derrumbe ha provocado una severa crisis económica y de movilidad, con pérdidas millonarias y un alza exorbitante en las tarifas aéreas. Mientras las autoridades locales claman por una solución del Gobierno Nacional, se implementan medidas de contingencia en la vía antigua para mitigar el impacto en la región.