Para Venezuela, el partido es una final. Con 18 puntos, una victoria contra Colombia le aseguraría el cupo al repechaje sin depender de otros resultados. En caso de empate, necesitaría que Bolivia (con 17 puntos) no le gane a Brasil en El Alto. Una derrota la dejaría a merced de que Bolivia no sume. El incentivo no es solo deportivo; la clasificación a la fase de grupos del Mundial de 2026 representaría un ingreso estimado de al menos 16 millones de dólares para la federación, un aumento del 52 % respecto a Qatar 2022. La presión es alta, y figuras como Diosdado Cabello, segundo al mando del régimen venezolano, han calentado la previa declarando: “Nosotros les vamos a ganar como siempre”. Por su parte, Colombia llega al encuentro sin la presión de clasificar y con la posibilidad de rotar su nómina.

El historial de enfrentamientos en suelo venezolano es parejo: en nueve partidos por eliminatorias, se registran dos victorias para cada selección y cinco empates.

El último encuentro allí, para Qatar 2022, terminó con victoria colombiana por 1-0.