La primera ministra, Yulia Svyrydenko, declaró: “Reconstruiremos lo destruido.

Pero las vidas perdidas no se pueden recuperar.

Rusia continúa aterrorizando y asesinando a nuestro pueblo a diario”, y pidió intensificar las sanciones contra Moscú.

Además del objetivo gubernamental, uno de los drones impactó directamente en un edificio de apartamentos, causando la muerte de una familia y dejando a varios residentes atrapados bajo los escombros. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acusó a Moscú de buscar sabotear los esfuerzos de paz, afirmando que “estos asesinatos ahora, cuando la diplomacia real ya podría haber comenzado, son un crimen deliberado y un intento de prolongar la guerra”. Este bombardeo se produce pocos días después de su visita a París, donde discutió posibles garantías de seguridad para Ucrania, mientras desde Moscú, Vladímir Putin le sugería viajar a la capital rusa para negociar.