En respuesta, Trump declaró: “Si nos ponen en una situación peligrosa, serán derribados”.

La escalada se intensificó con el despliegue de diez cazas F-35 adicionales a Puerto Rico para reforzar las operaciones antinarcóticos.

Previamente, EE.

UU. había atacado una embarcación presuntamente operada por el 'Tren de Aragua', causando la muerte de 11 personas. Desde Caracas, Nicolás Maduro afirmó que su país se encuentra en una fase de 'lucha no armada', pero que si es agredido, “pasaría a una etapa de lucha armada, planificada, organizada”.

Acusó a EE.

UU. de buscar un cambio de régimen y negó las acusaciones de narcotráfico, señalando a exmandatarios colombianos. Este cruce de acusaciones y demostraciones de fuerza marcan un cambio de paradigma en la región, donde Washington parece pasar de la interdicción a la aplicación de fuerza letal bajo leyes antiterroristas.