En respuesta, el presidente Gustavo Petro ordenó al Ejército Nacional copar el territorio para proteger a la población civil y restablecer el control. La situación se originó cuando el grupo armado ilegal ordenó el desalojo de las veredas de San Agustín y Santodomingo, obligando a los habitantes a abandonar sus viviendas y pertenencias. Líderes locales aseguran que la cifra de desplazados podría superar el millar de personas. A través de su cuenta de X, el presidente Petro fue contundente: “Previo trabajo de detección de minas y trampas, ordeno al Ejército copar el territorio. No puede haber terreno vedado ni para el Ejército ni para el pueblo de Colombia”. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, confirmó el despliegue de tropas, incluyendo equipos antiexplosivos, y calificó las acciones del ELN como un “crimen de extrema gravedad, catalogado como delito de lesa humanidad”. Este episodio se enmarca en una escalada de violencia en la región por disputas territoriales, donde también se reportaron enfrentamientos en Santa Rosa del Sur que dejaron un presunto integrante del ELN abatido.

Mientras tanto, la Gobernación de Bolívar ha comenzado la entrega de ayudas humanitarias para atender a la población afectada.