“Estos alcaldes no están autorizados para representar a Colombia.

La Constitución es clara”, sentenció el jefe de Estado, en una clara defensa de la prerrogativa del gobierno central en materia de relaciones exteriores. La respuesta no se hizo esperar, especialmente por parte del alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, quien replicó con dureza: “Te enterarás de cómo nos va. Lo hacemos por Colombia, no por vos. Y por supuesto, no te tenemos que pedir permiso para trabajar por nuestras ciudades y por todos los Colombianos”.

Este cruce de declaraciones evidencia una profunda fractura entre el poder ejecutivo nacional y los gobiernos de las ciudades más importantes del país, reflejando tensiones sobre la conducción de la política exterior y la lucha antinarcóticos.