Su fama internacional se consolidó en 1980, cuando vistió a Richard Gere en la película “American Gigolo”.

A lo largo de su carrera, Armani construyó un imperio que abarca desde la alta costura (Armani Privé) y líneas más accesibles como Emporio Armani, hasta fragancias, hoteles y restaurantes, manteniéndose siempre como único propietario.

Según Forbes, su fortuna se estimaba en aproximadamente 11.200 millones de dólares a principios de 2025. En los últimos meses, su salud se había deteriorado, lo que le impidió asistir a la Semana de la Moda de Milán en junio, un hecho que encendió las alarmas en la industria. A pesar de su convalecencia, se mantuvo involucrado en sus proyectos hasta sus últimos días.

La presidenta de Italia, Giorgia Meloni, lo despidió como “un símbolo de lo mejor de Italia”.