El asesinato de Juan José Correa Guerrero, un joven de 17 años apuñalado en Soacha por una deuda de 6.000 pesos por dos vasos de mazamorra, ha generado una profunda indignación y un llamado desesperado de su familia por justicia. A casi cinco meses del crimen, su madre denuncia demoras en el proceso judicial y teme que los responsables, dos adultos y un menor de edad, queden en libertad por vencimiento de términos. El crimen ocurrió el pasado 12 de abril en el barrio San Mateo, cuando Juan José, quien cursaba grado 11 y trabajaba voluntariamente para ahorrar y estudiar Derecho, reclamó el pago a tres individuos. Según su madre, Andrea Guerrero, “en ese momento los tres individuos lo cogieron a golpes” y luego uno de ellos, un menor de edad, recibió un arma cortopunzante y “se la clavó en el pecho”, causándole la muerte. La familia denuncia la lentitud del sistema judicial.
“Han pasado casi cinco meses desde el asesinato y apenas se realizó la primera audiencia de acusación”, señaló Guerrero, quien teme que los dos adultos implicados, Luis Franklin Castro Aroca y Juan David Nava Tovar, puedan quedar libres. El abogado de la familia, Juan Manuel Castellanos, explicó que existen dos procesos paralelos. En el caso del menor implicado, ya se dictó sentido de fallo sancionatorio y se espera conocer la duración de la medida, que podría ser de solo dos a tres años. Castellanos describió la actitud del menor en la audiencia: “se reía, no mostró respeto por la justicia ni por las víctimas”.
La familia solicita una sanción de al menos ocho años. Respecto a los adultos, la audiencia preparatoria será a finales de septiembre, y el abogado reconoció que “sí existe la posibilidad de libertad por vencimiento de términos”. La madre de la víctima concluyó con un clamor: “Mi hijo ya no tiene voz, pero yo seré su voz hasta el final”.
En resumenLa familia de Juan José Correa, un joven de 17 años asesinado en Soacha por una deuda de $6.000, clama por justicia ante las demoras en el proceso judicial. Su madre teme que los dos adultos implicados queden en libertad por vencimiento de términos, mientras que el menor responsable enfrenta una posible sanción mínima, en un caso que evidencia la fragilidad del sistema penal y el dolor de las víctimas.