La situación ha generado un debate sobre la seguridad de los ciclistas.

El corredor italiano Simone Petilli denunció una caída el día anterior provocada por manifestantes, afirmando: “si esto sigue así, nuestra seguridad ya no está garantizada.

Nos sentimos en peligro”.

La 80ª edición de la Vuelta se ha visto empañada por estas manifestaciones diarias, que ahora han afectado directamente el resultado deportivo de una de sus jornadas clave.