La investigación sobre el magnicidio del senador Miguel Uribe Turbay ha revelado nuevos y escalofriantes detalles, tras la captura del séptimo implicado, sobre la meticulosa planificación del crimen a través de un grupo de WhatsApp denominado “Plata o Plomo”. La Fiscalía sostiene que el atentado fue financiado por disidencias de las FARC con un pago cercano a los mil millones de pesos. Durante la audiencia de imputación de cargos contra Harold Daniel Barragán Ovalle, alias Harold, la Fiscalía expuso que este jugó un rol clave en la operación. Se le acusa de haber seleccionado al menor de 15 años que disparó contra el senador, además de coordinar la huida de otros implicados como alias Gabriela y el ocultamiento de alias El Costeño, uno de los cabecillas. La evidencia principal se centra en el grupo de WhatsApp “Plata o Plomo”, donde los miembros de la organización criminal compartían información, fotos y seguimientos de los movimientos de Uribe Turbay y su familia para planificar el ataque. En el celular de Barragán, a pesar de que intentó borrar la información, las autoridades recuperaron chats, videollamadas y fotografías de armas que lo vinculan directamente con el plan.
La fiscal del caso señaló que la estructura criminal, liderada por un sujeto conocido como alias Mosco, opera desde 2023 en Bogotá. Según la investigación, la organización recibió cerca de mil millones de pesos de la estructura Teófilo Forero de las disidencias de las FARC, comandadas por alias Iván Márquez, para ejecutar el asesinato.
Alias El Costeño sería el enlace directo con dicho grupo armado.
Barragán, quien no aceptó los cargos de homicidio agravado, concierto para delinquir y otros delitos, fue enviado a prisión mientras avanza el proceso.
En resumenTras la séptima captura en el caso del magnicidio de Miguel Uribe Turbay, la Fiscalía reveló que el crimen fue planeado en un grupo de WhatsApp llamado “Plata o Plomo” y financiado con casi mil millones de pesos por disidencias de las FARC. El nuevo detenido, alias Harold, es señalado como una pieza clave en la logística del atentado.