El problema se agrava en los entornos escolares, donde Kennedy lidera con 1.635 reportes, seguido de Bosa con 1.628. La problemática va más allá de las peleas, pues también se han reportado casos de agresiones físicas, consumo de sustancias psicoactivas, violencia sexual y porte de armas blancas. La concejal Diana Diago criticó duramente a la administración distrital por la falta de estrategias efectivas de prevención. “¿Qué pasa con las jornadas de prevención del delito y la violencia en los colegios? Este es un reflejo de las violencias que los niños observan en sus familias y de la falta de acompañamiento por parte de la Administración Distrital”, denunció Diago. La cabildante insistió en la urgencia de implementar políticas de acompañamiento psicosocial y escuelas para padres, advirtiendo que “si no actuamos hoy en los colegios, mañana tendremos adultos cada vez más violentos en la ciudad”. La Secretaría de Educación ha asegurado que trabaja de manera articulada con la Policía de Infancia y Adolescencia y otras entidades; sin embargo, para expertos y críticos, las acciones actuales son insuficientes ante la magnitud del problema, que amenaza la seguridad de los estudiantes y podría derivar en mayores índices de delincuencia juvenil.