La Fiscalía lo señala como una pieza clave en la planeación del crimen, incluyendo la selección del menor de edad que actuó como sicario. La detención de Barragán Ovalle, ejecutada por el CTI con apoyo de la Policía Nacional, representa un avance significativo en la investigación para esclarecer el asesinato ocurrido el pasado 7 de junio en el barrio Modelia de Bogotá. Según el ente acusador, el detenido, con una trayectoria criminal de más de diez años, “habría escogido al adolescente que disparó contra la víctima y coordinado aspectos logísticos relacionados con la acción criminal”. Esta captura se produjo apenas tres días después de que el menor de 15 años fuera sancionado con siete años de privación de libertad, la pena máxima para adolescentes. La Fiscalía anunció que imputará a Barragán Ovalle los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir agravado, utilización de menores para la comisión de delitos y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego agravado. Las investigaciones preliminares lo vinculan como uno de los hombres de confianza de Elder José Arteaga Hernández, alias ‘el Costeño’, otro de los capturados, con quien habría coordinado la logística del atentado. Con esta detención, las autoridades continúan tras la pista de los determinadores del crimen, que la fiscal general, Luz Adriana Camargo, ha calificado como magnicidio, sin descartar la posible participación de la disidencia de las FARC conocida como Segunda Marquetalia.