El hallazgo del cuerpo sin vida de Valeria Afanador, la niña de 10 años desaparecida en Cajicá, ha sumido al municipio y al país en un profundo duelo. La aparición de sus restos en una zona previamente inspeccionada ha generado serios interrogantes sobre la investigación y un clamor unánime por justicia. Tras 18 días de una intensa búsqueda que movilizó a autoridades, organismos de socorro y a la comunidad, el cuerpo de Valeria fue encontrado el pasado viernes 29 de agosto por un campesino en el río Frío, a escasos 200 metros del colegio Gimnasio Campestre Los Laureles Bilingüe, donde fue vista por última vez durante el recreo del 12 de agosto. La Fiscalía General de la Nación confirmó la identidad de la menor y anunció que el caso se investiga bajo la hipótesis de homicidio. La noticia ha generado una ola de dolor e indignación, agravada por las circunstancias del hallazgo.
El gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, expresó su extrañeza al señalar que “resulta improbable que el cuerpo hubiese permanecido allí desde el día de la desaparición”, dado que la zona ya había sido inspeccionada en múltiples ocasiones. Esta declaración alimenta la sospecha de que el cuerpo fue dejado en el lugar recientemente. Por su parte, el abogado de la familia, Julián Quintana, ha insistido en que el hallazgo no descarta una posible responsabilidad del colegio, sugiriendo que una tercera persona pudo haber facilitado la salida de la menor del plantel. En respuesta, el colegio emitió un comunicado asegurando que ha entregado toda la información a las autoridades y que cuenta con protocolos de seguridad.
Mientras tanto, Cajicá se prepara para despedir a Valeria este domingo con una caravana y un sepelio, tras decretar tres días de duelo municipal.
El clamor ciudadano es unánime: verdad y justicia para que su partida no quede en la impunidad.
En resumenEl trágico desenlace del caso de Valeria Afanador ha generado una profunda conmoción nacional. El hallazgo de su cuerpo en un lugar ya revisado plantea serias dudas sobre la cronología de los hechos, mientras la Fiscalía avanza en una investigación por homicidio. La comunidad de Cajicá, en medio del duelo, exige respuestas y justicia para la menor.