Dependerá del pueblo”.
Esta frase provocó que parte del público coreara la palabra “reelección”, un tema sensible dado que la reelección presidencial inmediata está prohibida por la Constitución colombiana. Aunque posteriormente intentó matizar sus palabras asegurando no ser un “adicto al poder” y que no le interesa perpetuarse, la ambigüedad de su comentario inicial ya había encendido el debate. La controversia se vio alimentada por otra afirmación polémica durante el mismo evento, en la que declaró que su último año de mandato “será el primer año del próximo gobierno progresista en Colombia”, lo que fue interpretado como una clara señal de su intención de asegurar la continuidad de su proyecto político más allá de 2026. Estas declaraciones han sido rápidamente capitalizadas por la oposición y analistas políticos como un globo de ensayo para medir la opinión pública y posicionar el tema de la continuidad en la agenda electoral de cara a las próximas elecciones presidenciales.