La confrontación escaló a un nivel personal y político, reavivando antiguas rencillas y profundizando la polarización nacional. La polémica se encendió cuando Uribe criticó a Petro por cuestionar a la Universidad Externado de Colombia, su alma máter, tras anunciar un ciclo académico sobre el caso judicial que lo involucra. “Un Presidente que solo respeta por miedo a bandidos que son sus benefactores no merece título ni de la Universidad que graduó a la Peliteñida de Betty la Fea”, escribió el exmandatario. La respuesta de Petro fue un extenso pronunciamiento en el que defendió a la jueza Sandra Heredia, quien condenó a Uribe. “¿Puede sentirse valiente el hombre que lanza una jauría para atacar a su jueza?”, cuestionó el jefe de Estado, comparando a la togada con Policarpa Salavarrieta.
El mandatario lanzó graves señalamientos contra Uribe, afirmando: “A mí no me abrazó Pablo Escobar, ni me subí en el caballo del viejo Ochoa, ni tengo hermanos ni sobrinas mafiosas, ni desaparecí papeles de la Aerocivil antigua”.
Por su parte, Uribe reveló en otra publicación que un ministro de Petro lo buscó para proponerle una reunión con el presidente dos días después del asesinato del senador Miguel Uribe, oferta que rechazó rotundamente. El líder del Centro Democrático fue más allá y acusó a Petro de instigar el magnicidio: “Los trinos de Petro contra Miguel Uribe y su familia son una instigación para que lo asesinaran”. El presidente Petro concluyó su mensaje anunciando que no volverá a responderle a Uribe “por respeto a la mujer que lo ha condenado”.