Según el ejército ucraniano, Rusia empleó 598 drones y 31 misiles, entre ellos misiles hipersónicos Kinzhal.
El bombardeo impactó al menos 20 sitios en siete distritos, afectando edificios residenciales, un centro comercial y una escuela de preescolar.
Entre las víctimas mortales se reportaron dos niños.
Uno de los daños más significativos fue el sufrido por el edificio de la delegación de la Unión Europea, que quedó "gravemente dañado por la onda expansiva", según la embajadora de la UE, Katarina Mathernova. El presidente del Consejo Europeo, António Costa, se mostró "horrorizado" por el ataque deliberado y afirmó que "la UE no se dejará intimidar". Por su parte, el presidente Zelenski declaró que "Rusia no tiene ningún interés por la diplomacia" y que "elige la opción balística en lugar de la mesa de negociaciones", instando a la comunidad internacional a imponer nuevas sanciones contra Moscú.