Monseñor Luis Fernando Rodríguez, arzobispo de Cali, hizo un llamado a la paz, pidiendo a Dios "que esto no se cumpla y que podamos seguir trabajando tranquilos y en paz".

Desde el ámbito político, el presidente del Concejo de Cali, Edison Lucumí, instó a la ciudadanía a rodear a sus líderes. La solidaridad trascendió las fronteras locales, con los alcaldes de Bogotá, Carlos Fernando Galán, y de Medellín, Federico Gutiérrez, coincidiendo en que "no se puede ceder ante el terror". Julián Sánchez Perico, presidente de la Federación Colombiana de Municipios, advirtió que "atentar contra la vida de mandatarios es atentar contra la democracia". En respuesta, el general Henry Yesid Bello Cubides, comandante de la Policía Metropolitana, confirmó que se han intensificado las patrullas de inteligencia y se han reforzado los esquemas de protección para anticipar cualquier acto que ponga en riesgo la vida de los mandatarios.