Sin embargo, esta tensión geopolítica ha generado una consecuencia inesperada y favorable para Colombia.

Un análisis de la Universidad de San Buenaventura señala que el arancel del 50% al café de Brasil, principal competidor de Colombia en el mercado estadounidense, abre una oportunidad valorada en cerca de 1.200 millones de dólares para los productores colombianos. Mientras el café brasileño enfrenta un recargo significativo, el grano colombiano mantiene una tarifa del 10%, otorgándole una ventaja competitiva crucial.

Julio Enrique Duarte, decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la universidad, afirmó que “el verdadero impacto de esta noticia no está en las toneladas exportadas, sino en la posibilidad de cambiar la vida de miles de familias cafeteras".