La situación de seguridad en Cali y el Valle del Cauca se ha deteriorado gravemente, culminando con la confirmación de planes de atentado contra el alcalde Alejandro Eder y la gobernadora Dilian Francisca Toro, y el despliegue de una fuerza de élite antiterrorista en la ciudad. Estas medidas responden al reciente atentado con camión bomba cerca de la Base Aérea Marco Fidel Suárez, que dejó un saldo de siete muertos y más de 70 heridos. Las autoridades de inteligencia militar y policial confirmaron que la columna ‘Jaime Martínez’ de las disidencias de las FARC, bajo el mando de alias ‘Iván Mordisco’, es la responsable tanto del atentado como de las amenazas contra los mandatarios. Ante la gravedad de la situación, el alcalde Eder afirmó: “Estos sinvergüenzas nos quieren llevar a la década de los 80”, pero aseguró no sentirse intimidado y confiar en la Fuerza Pública. Por su parte, la gobernadora Toro agradeció la protección y reafirmó su compromiso en la lucha contra la delincuencia.
En respuesta, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, anunció el despliegue de 50 integrantes de las Fuerzas Especiales para el combate urbano antiterrorista, el mismo grupo que neutralizó al frente ‘Carlos Patiño’ en Argelia, Cauca, en 2024.
Estos comandos reforzarán la ‘Operación Sultana’ para capturar a los responsables.
La crisis ha generado una fuerte reacción de gremios como el Consejo Gremial Nacional y AmCham Colombia, quienes rechazaron las amenazas y exigieron al Gobierno Nacional garantías de seguridad efectivas.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, también se solidarizó, afirmando: “No nos van a doblegar. No vamos a ceder ante el terror”.
Mientras tanto, la ciudad intenta recuperarse del impacto, con tres heridos aún en UCI y diversas iniciativas ciudadanas, como la campaña ‘Cali y el Valle lo valen’, para apoyar a las más de 150 familias afectadas.