La Nueva EPS, la entidad promotora de salud más grande de Colombia, desmintió categóricamente los rumores sobre un proceso de liquidación y aseguró que opera con normalidad. Bajo intervención de la Superintendencia Nacional de Salud, la entidad presentó un plan de estabilización enfocado en mejorar la atención y garantizar su sostenibilidad financiera y operativa. En un comunicado oficial emitido este fin de semana, la agente interventora designada, Gloria Libia Polanía Aguillón, afirmó de manera contundente que “no existe ningún proceso de liquidación en curso”. Este pronunciamiento busca calmar la incertidumbre entre sus más de 10 millones de afiliados, cuya atención es fundamental para el sistema de salud nacional. La entidad, intervenida por la Supersalud desde abril de 2024 debido a problemas financieros y operativos, delineó un plan de estabilización con tres ejes principales. Primero, la normalización de las relaciones con la red de prestadores de salud para mejorar la cobertura y la entrega oportuna de medicamentos. Segundo, la estabilización administrativa, financiera y jurídica para asegurar su viabilidad a largo plazo.
Y tercero, la garantía de continuidad en la prestación de servicios médicos con calidad. La situación de la Nueva EPS es crítica no solo por su tamaño, sino también por el contexto de supervisión intensificada que incluye una investigación disciplinaria contra su expresidente ejecutivo, José Fernando Cardona Uribe, por presuntas irregularidades en el uso de recursos. La nueva administración busca, con este plan, recuperar la confianza y asegurar que la EPS siga siendo un pilar del sistema de salud colombiano.
En resumenEn medio de rumores, Nueva EPS, la más grande del país, negó estar en proceso de liquidación y ratificó la continuidad de sus servicios para más de 10 millones de afiliados. La entidad, intervenida por la Supersalud, lanzó un plan de estabilización para normalizar la red de prestadores, asegurar su viabilidad financiera y garantizar la calidad en la atención.